Mi piel sin tu piel

¿Cómo vivirá mi piel sin tu piel? ¿Cómo leerá, en el abrazo de otro, aquello que leía en tu dermis cuando vivía bajo tu conjuro? ¿Cómo descifrará el nuevo idioma con el que le hablará esa otra piel? No lo entenderá. Lo sé. Como tampoco lo comprenderá mi carne que únicamente escuchará un murmullo.

¿Cómo será el silencio del “ya no estás”, cómo será el rumor de un eco sin sonido? ¿Cómo será dormirme en otro espacio que tendré que inventarme porque aún no puedo construirlo? No habrá a quién decir: se fue la noche. Esa noche que es la misma antes y después del lenguaje que creé contigo, la que ya no pronuncia por nosotros, la que silente no me  envuelve con su brillo.

Atesoraré tu esencia sobre la almohada, te inmortalizaré en otros seres, ¡qué herejía! Se desangrará mi piel en cada tarde, mientras la nostalgia encubrirá tu huida. Me conformaré con lo que fue, no hay más. Me perderé en los giros del destino, sobreviviendo al dolor que esto me cause: recorriendo de manera clandestina tu cuerpo… tu cuerpo que ya es un delirio.

11 comentarios en “Mi piel sin tu piel

  1. Soledad? Adelantarme a una realidad que pronto vendrá. Sentir ese calor humano por ese órgano fabuloso que es la piel y que se encarga de transmitir nuestros sentimientos. Esa compañía que tanto anhelamos y que nunca queremos que nos falte hay que disfrutarla cada día intensamente

    Me gusta

  2. En el otoño de nuestro ciclo vital, la piel probablemente ya no es solo piel; es afecto, es gratitud, es complicidad, es apoyo, son costumbres, son recuerdos, son apegos y, claro, da susto ver venir el día en que nuestra piel, o su piel complementaria, se diluya para siempre

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s