Falsa identidad

Ayer, al llegar a mi casa, descubrí que yo no estaba ahí para esperarme. Venía de intentar encontrarme conmigo mismo, después de tener la oportunidad de observar mi sombra con atención, aquella sombra en la que nunca reparo mientras camino distraído por la calle.

No me reconocí. Del cuello hacia abajo una imagen alargada, quizás producto de la luz, tenía parte de mi silueta aunque, a la altura de la cabeza, había algo que distorsionaba mi figura. Me asusté. Pensé: mi sombra no se asemeja a mí o… ¿será que soy yo quien no me asemejo a mi sombra? Me estuve detallando sin ningún miramiento, pero tras varios intentos fallidos, insistí en la idea: no nos parecemos mi sombra y yo.

Preocupado, revisé el boceto de mi vida. Investigué en las redes sociales esperando encontrar pistas, creyendo que al descubrir cómo me proyecto en ellas y saber cómo me ven, podría encontrar alguna solución. Lo que aparecía en las redes distaba mucho de cómo me recordaba; sin embargo yo, tonto de mí, luchando por parecerme a esa imagen, suplantándome a mí mismo, olvidando que cuando me inicié en esas plataformas solo había vomitado una parte de mi autobiografía. A medida que me actualizaba virtualmente más me despojaba de lo que realmente era, más me despersonalizaba, haciendo que el reflejo que proyectaba estuviera muy distante de como me recordaba.

Entre más esfuerzos hago hoy por encontrarme más me desencuentro.

¿Tendré que pensar en construirme de nuevo?

¿Dar una vuelta y mirar si, acaso, detrás del espejo se quedó la primera imagen que de mí proyecté?

¡No puedo permitir que la vida se me gaste sin hallarme!

Ha sido muy difícil volver a intentarlo, mientras camino entre esta música urbana (el ruido de la calle, la canción del pregonero, la bocina de los vehículos) y la música que solo yo escucho (el cerebro diciéndome que debo actualizar mi perfil, el sonido de la notificación de alguien que publicó, el timbre del tan esperado like) más difícil es acercarme al silencio para ver si en la contemplación aparezco. Busco en los rincones el yo que se me ha ido y entre más avanzo menos me aproximo.

Es más fácil parecerme a la imagen que proyecto en las redes que intentar descubrir aquella que no supe dónde se quedó y hoy está tan lejos. Me arrinconaré en este presente, detrás del antifaz, que se convirtió en mi armadura, sin el cual me sobraría piel y me faltaría vida.

7 comentarios en “Falsa identidad

  1. La bulla de las redes sociales es un vicio destructivo. Es un flujo de información que no para. Es difícil no compararse y no querer ser como el ideal de imágenes que vemos en internet. Medirnos por la cantidad de likes que nos da la sociedad, que conoce de nosotros solo aquello que creemos digno de publicar.

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  2. Encontrarme conmigo!, también me ha inquietado esto y también he buscado afuera de mi como si sintiera temor de encontrarme de verdad, lo cual creo es verdad.
    Lo curioso es que afuera de mi no voy a encontrarme.

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  3. El grado de dificultad para lograr parecernos a lo que proyectamos, no solo en redes, sino “de puertas para afuera”, es directamente proporcional a lo que aparentamos. Creo, problema de siempre, exacerbado hoy por las redes sociales.
    Buen escrito sobre un tema de interés colectivo. María, como dijo ya alguien …. estás “cogiendo viaje”

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