Vi llover sobre mí una gran cantidad de letras formando sílabas; sílabas, que originaban palabras; palabras, que componían versos, pero versos que no revelaban nada.
Caían caracteres en desorden, el alfabeto se traspapelaba. Se desparramaban signos en mi cabeza y las letras, al unirse con otras, sin sentido quedaban. Las mayúsculas se abrían campo por encima de las minúsculas. Silbaba el viento sin decir nada. Las letras se desperdigaban como tiros en el aire, zumbaban en mi oído, se decantaban poco a poco. Se revolcaba el lodo de mi cerebro. Llegó el caos. Quise comprender lo que pasaba mientras todo desfilaba frente a mí como en pasarela. Luego, en medio del desastre y la desolación: carencia, ausencia, inexistencia de todo.
Fragmentos de mismidad 
Gracias Maria T. Por estos momentos de leer
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Maria T, es fácil vivir días de Tsunami, y pensar que es difícil salir de ellos, pero tarde o temprano se logran ordenar. Graciassss por tus fragmentos, esperados Domingo a Domingo. 😋👌🌹
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El caos, origen del universo.
A veces creemos que es el final, pero sólo es un reordenamiento en toda nuestra vida
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Muy bueno Mary, describes exaactamente lo que experimento ante mi computador algunos dias cuando me siento a escribir… por fortuna existen otros en que el sol brilla y todo se organiza para dejar fluir las letras que finalmente adquieren sentido. Gracias por el recorderis!
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